En Navidad es como si llovieran amapolas por todas partes.. Se pueden ver adornos que alegran la vista y hasta los sentimientos cámbian de color. Y el prado de nuestras vidas se tiñe de rojo amapola, sembrando buenas intenciones, acompañadas de sonrisas frescas..Algunas se cosechan, otras...no..
Pero, en general, son fechas familiares que inspiran reconciliación y amor al prójimo.
Me gustan varias cosas: los dulces que festejan alegría, ver a los niños ilusionados con las sorpresas que les aguardan..la mágia de la navidad. Que las personas se vuelvan solidarias y piensen en los demás para compartir su mesa.
La música y los asados de nochebuena...Tantas cosas...
Prefiero no decir lo que no me gusta..todos sabemos qué es lo que nos hace sentir mal por estas fechas..aquellas personas que no pueden disfrutar como nosotros...eso es tríste, queda la esperanza de que se extinga esa parte y todos podamos festejar con la misma alegría....Y, por estas fechas la esperanza es un sentimiento común que cada corazón mantiene latente.
Así que, a la pregunta: ¿Llueven amapolas por Navidad? Tengo que contestar, SÍ, directas del cielo azul..Llueven muchas y se siembran espontáneamente, casi sin cuidados..Son amapolas que reparten felicidad, amor, suerte y esperanza y yo quiero que la tierra esté repleta de ellas..para que no quede nadie sin flor, sin amor..
¡Feliz Navidad a todos!
D.S.D.
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